Comercial de Limonada "Markos"
La verdad que luego de haber visto esta propaganda 10 veces seguidas me han dado unas ganas jodidas de ir corriendo a comprar la limonada "de rico sabor", y tomármela completita, "de preferencia heladita", como si fuera un refresquito o una gaseosita, pero no precisamente porque el comercial me haya atorado la tripa y la guata (aunque tal vez), ni tampoco por la curiosidad de experimentar a-qué-mierda-sabrá-esta-huevada, sino principalmente porque a un riquísimo par de tetas como ese jamás podría decirle que no, tanto que si la furcia del comercial me diera ahorita mismo un vaso con cicuta, pichi o racumín, me lo tomaría seco, volteado y sin preguntar. Así de traicionera es la arrechura (eso es algo que tú, estimado lector pajero, sabes de ley). Sí que se pasó de pendejo el tal Markos, hay que ser bien basura para atacar a la gente por su lado más débil y vulnerable: el morbo. No por nada su comercial es, hoy por hoy, el de más fácil recordación. La hizo linda el maricón. Tras verse en la necesidad de prescindir de los servicios de una agencia de publicidad y de un adecuado equipo de producción, se lanzó él mismo a la realización del que se ha convertido en el mejor comercial de la década, casi llegando a alcanzar el alto listón dejado en los 90's por el memorable Mounstro en Computación.
Comercial Limonada 'Markos' |
Escenografía: - Sala de departamento (acondicionada como baño para fines del caso) Materiales: - Cámara digital Miray 8Mp con función de video + memoria 1GB - Organo Casio (2 octavas y media) - Frasco de limonada Markos - Vaso - Cuchara Recursos humanos (pasarle la voz a...): - Luchito, el huachimán de la cuadra (improvisado cameraman a cambio de un menú y su Kola Real) - El "estreñido": vecino amanerado con cara de huevón - La "furcia": telefonazo a amiga calientapingas que esté dispuesta a enseñar las gomas |
Si todas las propagandas fueran así, muchos prenderían el televisor sólo para ver los comerciales y cambiarían de canal al iniciar la programación habitual. Resulta ridículo que a estas alturas las grandes marcas inviertan un enorme presupuesto en producir campañas publicitarias estúpidas y sin sentido (como la del imbécil "Chacota"), así como otras tantas que en su defecto son de difícil recordación, cuando ha quedado demostrado, una vez más, que con unos cuantos soles se pueden lograr propagandas efectivas que a la vez puedan ser consideradas por la crítica nacional y extranjera como auténticas obras de arte.
Buscando material extra para complementar el post, encontré en el genial blog de Los Tumis un documento histórico cuyo original anhelo algún día poder tener entre manos, palpar su fina textura, oler detenidamente su aroma y, por qué no, degustar su rancio sabor: ni más ni menos que el storyboard del comercial de Limonada 'Markos', el mismo que podrán descargar en su versión digital haciendo clic aquí.
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Al grano. Los lectores pajeros han entrado a este post sólo para ver carne, y eso es lo que les voy a dar. Si bien la flaca está rica, la verdad no me convence tanto de carabina, como que la veo un poquito malcriada, un aire a hembrita jugadora y fumonaza; y hasta puede que algunos digan que sus pechos han sido pagados con el sudor de sus nalgas, y sí, quizás eso y más, pero de momento es lo que hay.
La tetona del comercial de Limonada 'Markos' se llama Patricia Neglia, tiene 27 años, vive en la cuadra 45 de la Av. La Marina y trabaja como anfitriona, degustadora y modelo de comerciales. No quiero ser canalla, pero de calientapingas esta flaca solo tiene la cara, ya que en el ambiente farandulero es conocida por haber tenido su sancochado con el veterano productor de televisión Luis Carrizales Stoll (ver foto), sin mencionar su kilometraje acumulado en los tonos de música electrónica de la discoteca 'Home' allá por el año 2003. Toda una joya.
Galería de fotos de Patricia Neglia
Bonus Track
En este comercial de Isaac Kola, Patricia Neglia nos muestra las bondades de la silicona, la leche Gloria y el aceite de avión.
Patricia Neglia - Comercial Isaac Kola
Y para cerrar con broche de oro, el clásico afiche ferretero.
Ahora sí, sin huevadas. Próximo post: Clelia Francesconi.
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