... el (d)efecto Sanjaya
Sanjaya Malakar - Bathwater (original de No Doubt)
Hasta que por fin fue eliminado del American Idol el participante más polémico de esta 6ta. temporada: Sanjaya Malakar. A la producción del programa pudo haberle costado muy cara la apresurada decisión de los jueces de incluir dentro de los 24 finalistas a un pelucón amanerado de cuestionable talento para el canto. Como ya es costumbre, a partir de la elección de los 24 competidores la suerte de los participantes la decide el público. Dicen que la voz del pueblo es la voz de Dios, y en ese sentido no hubieron términos medios para con Sanjaya. Luego de varias eliminaciones polémicas y sin sentido, la audiencia se había dividido en dos bandos muy bien definidos en torno al delicadito: por un lado, los que lo proclamaban como el futuro ganador del reality, y por el otro, los que a toda costa pedían su cabeza; dentro de ambos grupos se encontraban algunos radicales, los que sufrían ataques de histeria cada vez que veían a su ídolo ya sea en vivo o a través de las pantallas (tal como sucediera por estos lares con RBD, Menudo o Servando y Florentino), y los que indignados por las injusticias cometidas lo odiaban a muerte, llegando al extremo de autoflagelarse ante cámaras. Ningún participante había generado tal grado de reacción y polarización entre la gente. Muchos, los malintencionados, se unieron en una campaña intensiva en favor del desafinado Sanjaya Malakar con el objetivo de boicotear el programa: tirarse abajo la reputación de fábrica de popstars de la franquicia apostando por el tipo que no sabe cantar. El conocido locutor radial Howard Stern lanzó una campaña entre sus oyentes para votar a favor de Sanjaya con el oscuro propósito de desprestigiar la producción del reality. Mientras tanto, los detractores de Malakar, los verdaderos fanáticos del American Idol, auguraban la decadencia y la posterior cancelación del show debido al papelón. Para alegría de todos, Simon Cowell había declarado hace unos días que en caso que Sanjaya Malakar ganara la final del programa, renunciaría como juez y jamás volvería a dar la cara. Incluso hubieron muchos fans del American Idol que a manera de protesta iniciaron una huelga de hambre hasta que Sanjaya quedara eliminado de la competición. Y es que, ante el asombro de propios y extraños, se hizo común que concursantes de enorme talento vocal se vieran de vuelta en casa antes de tiempo, derrotados por un imbatible andrógino desafinado. Fue allí que se habló del efecto Sanjaya Malakar, el sucesor del tristemente célebre William Hung. Los programas de espectáculos no tardaron en burlarse de la incómoda situación. El tema ha sido la comidilla de los medios norteamericanos durante el último mes, aunque por estos días fue en parte dejado de lado a causa de la matanza del Virginia Tech a manos del estudiante coreano Cho Seung-Hui. Luego de varias semanas consecutivas de demoledoras críticas a sus pésimas actuaciones sobre el escenario, llegó un momento en que el jurado, confomado por Randy Jackson, Paula Abdul y Simon Cowell, decidió no hablar más de la pobre performance de Sanjaya por miedo a generar la solidaridad del respetable y acrecentar involuntariamente su cada vez mayor popularidad. Cundió el pánico entre los ejecutivos durante las últimas 6 semanas. De ganar Sanjaya serían el hazmerreir. El American Idol tambaleaba por primera vez. Hasta el más incrédulo pensó lo peor. Ahora podrán respirar tranquilos. Sanjaya is gone.
Lo mejor de todo es que dentro de 6 semanas nadie recordará esto.
Enlaces recomendados
La siguiente es una pequeña muestra del alboroto causado:
- http://www.sanjayatheapocalypse.com
- http://www.sanjaya-idol.com
- http://www.ifsanjayawins.com
Parodia de The Reaping (Prueba de Fe), con Hilary Swank y Sanjaya.
Según los gringos, el Apocalipsis a la vuelta de la esquina.
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Sanjaya Malakar - Bathwater (original de No Doubt)
Hasta que por fin fue eliminado del American Idol el participante más polémico de esta 6ta. temporada: Sanjaya Malakar. A la producción del programa pudo haberle costado muy cara la apresurada decisión de los jueces de incluir dentro de los 24 finalistas a un pelucón amanerado de cuestionable talento para el canto. Como ya es costumbre, a partir de la elección de los 24 competidores la suerte de los participantes la decide el público. Dicen que la voz del pueblo es la voz de Dios, y en ese sentido no hubieron términos medios para con Sanjaya. Luego de varias eliminaciones polémicas y sin sentido, la audiencia se había dividido en dos bandos muy bien definidos en torno al delicadito: por un lado, los que lo proclamaban como el futuro ganador del reality, y por el otro, los que a toda costa pedían su cabeza; dentro de ambos grupos se encontraban algunos radicales, los que sufrían ataques de histeria cada vez que veían a su ídolo ya sea en vivo o a través de las pantallas (tal como sucediera por estos lares con RBD, Menudo o Servando y Florentino), y los que indignados por las injusticias cometidas lo odiaban a muerte, llegando al extremo de autoflagelarse ante cámaras. Ningún participante había generado tal grado de reacción y polarización entre la gente. Muchos, los malintencionados, se unieron en una campaña intensiva en favor del desafinado Sanjaya Malakar con el objetivo de boicotear el programa: tirarse abajo la reputación de fábrica de popstars de la franquicia apostando por el tipo que no sabe cantar. El conocido locutor radial Howard Stern lanzó una campaña entre sus oyentes para votar a favor de Sanjaya con el oscuro propósito de desprestigiar la producción del reality. Mientras tanto, los detractores de Malakar, los verdaderos fanáticos del American Idol, auguraban la decadencia y la posterior cancelación del show debido al papelón. Para alegría de todos, Simon Cowell había declarado hace unos días que en caso que Sanjaya Malakar ganara la final del programa, renunciaría como juez y jamás volvería a dar la cara. Incluso hubieron muchos fans del American Idol que a manera de protesta iniciaron una huelga de hambre hasta que Sanjaya quedara eliminado de la competición. Y es que, ante el asombro de propios y extraños, se hizo común que concursantes de enorme talento vocal se vieran de vuelta en casa antes de tiempo, derrotados por un imbatible andrógino desafinado. Fue allí que se habló del efecto Sanjaya Malakar, el sucesor del tristemente célebre William Hung. Los programas de espectáculos no tardaron en burlarse de la incómoda situación. El tema ha sido la comidilla de los medios norteamericanos durante el último mes, aunque por estos días fue en parte dejado de lado a causa de la matanza del Virginia Tech a manos del estudiante coreano Cho Seung-Hui. Luego de varias semanas consecutivas de demoledoras críticas a sus pésimas actuaciones sobre el escenario, llegó un momento en que el jurado, confomado por Randy Jackson, Paula Abdul y Simon Cowell, decidió no hablar más de la pobre performance de Sanjaya por miedo a generar la solidaridad del respetable y acrecentar involuntariamente su cada vez mayor popularidad. Cundió el pánico entre los ejecutivos durante las últimas 6 semanas. De ganar Sanjaya serían el hazmerreir. El American Idol tambaleaba por primera vez. Hasta el más incrédulo pensó lo peor. Ahora podrán respirar tranquilos. Sanjaya is gone.
Lo mejor de todo es que dentro de 6 semanas nadie recordará esto.
Enlaces recomendados
La siguiente es una pequeña muestra del alboroto causado:
- http://www.sanjayatheapocalypse.com
- http://www.sanjaya-idol.com
- http://www.ifsanjayawins.com
Parodia de The Reaping (Prueba de Fe), con Hilary Swank y Sanjaya.
Según los gringos, el Apocalipsis a la vuelta de la esquina.
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