... la lista negra de Chollywood (parte 1)
Rossy War
Hace 10 años empezó a orquestarse un muy bien calculado plan del gobierno fujimontesinista que tenía por objetivo convertir en serviles lacayos a las más reconocidas figuras de la farándula local, el deporte y el periodismo. La dictadura se valió de personajes, en su mayoría populares, que contaban con credibilidad, prestigio y cierto grado de influencia en el público peruano. En resumen, sucias lacras que se dejaron comprar con el dinero de todos los peruanos. La lista es larga y de lo más variopinta: el pseudocómico Carlos Alvarez (quizás el más repudiable de todos los casos), Nicolás Lucar (a quien pronto ajusticiaremos con sogas, gasolina y lampas), las viejas de mierda del programa (in)Utilísimas: Meche Solaeche, Mirtha Vergara y Carmen Velasco, el desaparecido Rubén García (en su lecho de muerte argumentó que el fin justificaba los medios), el cocinero Don Pedrito, Alamo Pérez Luna, Raúl Romero, Alvaro Maguiña, el coquerazo de Efraín Trelles, Laura Bozzo, Martha Sofía Salazar, Ana Kohler, Enrique Vidal, Rosa María Palacios, Ernesto Pimentel, Rosa Elvira Cartagena, Pilar Higashi, Rossy War, Tulio Loza, Jesús Miguel Calderón entre muchos otros miserables del periodismo y la farándula, algunos de los cuales -de manera cínica y desvergonzada- continúan en su burdo empeño de hacerle olvidar a la opinión pública su servil y cochino pasado adoptando hoy una conveniente postura crítica al ex gobierno fujimontesinista, muy contraria al penoso accionar que tuvieron hace menos de una década, en épocas en que tenían bien bajados los pantalones (y los calzones) mientras observaban con pasividad e indiferencia como muchos peruanos nos volcábamos a las calles a protestar por la descarada manipulación de los medios, la evidente corrupción de los poderes del Estado, los tránsfugas, el SIN, la prensa amarillista que difamaba vilmente a la oposición, las cortinas de humo, los abusos y atropellos de la dictadura, y por sobre todo, la ilegal re-reelección, algo que cada miembro de esta infame lista apañó con total venia y complacencia al son de la rica technocumbia. Todos estos pusilánimes vendieron su conciencia de la manera más vergonzosa y asquerosa, por conveniencia y un plato de frejoles. La lista de estos cobardes es extensa, y prometo que cada caso se detallará a su debido momento en este vulgar espacio (ex) masturbatorio. Es así como damos inicio en Crónicas de la Farándula Kitsch a una serie de posts que tienen por finalidad refrescarle la memoria al lector pajero.
1. Rossy War y Ana Kohler - Soundtrack
Aunque no pertenezcan a la misma calaña de Nicolás Lúcar, Carlos Alvarez, Efraín Trelles o Laura Bozzo, vamos a iniciar nuestra lista negra con este par de remedo de cantantes: Rossy War (nombre artístico de Rosa Guerra Morales) y Ana Kohler, a quienes he elegido para esta primera entrega porque, como aficionado a la música que soy, suelo asociar frecuentemente canciones con situaciones.
Rossy War, mejor conocida en el ambiente del espectáculo como "La Ronquita de la Technocumbia", era (sigue siendo) una enana chabacana con poses de diva (ver video Recargados de Risa) que tuvo su cuarto de hora de fama a fines de la década pasada. Gracias a su gran arraigo popular fue reclutada por el fujimorismo para respaldar la campaña de la ilícita re-reeleción, debutando en las filas del oficialismo como invitada de honor en el mitin de cumpleaños de Alberto Fujimori el 27 de julio de 1999 en el parque zonal Huayna Cápac de San Juan de Miraflores, evento que congregó a más de 12,000 almas perdidas. El clímax de la gala llegó cuando la fenecida estrella de la technocumbia presentó en calidad de primicia la canción titulada "Perú, país con futuro", una supuesta composición de su autoría que, según se empeñó en aclarar insistentemente, coincidía "de pura casualidad" con el eslogan fujimorista de aquel entonces. Ni su madre le creyó. A partir de ese día, Rossy War se pondría al servicio de la campaña proselitista de Fujimori, fungiendo de telonera barata en los mítines que el ex presidente ofrecía en los distintos puntos del país. El discurso político fue reemplazado por música para el pueblo, y a volumen alto, para terminar de ensordecer a quienes se negaban a escuchar las graves denuncias contra el régimen. Felizmente, y gracias al escándalo que ocasionó el posterior derrumbe de la dictadura en la segunda mitad del año 2000, Rossy War desapareció del mapa por 8 largos años. Muchos de sus fans no le perdonan el hecho de haber sido uno de los rostros más representativos de esa asquerosa campaña. "Vendida", le gritaban a menudo por las calles. La vergüenza le duró, pero no tanto: para nuestro pesar hoy está de vuelta y amenaza con volver a tomar las radios del país.
Rossy War en "El Identikit" (programa Recargados de Risa)
Ana Kohler era una charapa medio hocicona que por el año 2000 lideraba un grupo de technocumbia llamado Euforia, uno de los más populares y exitosos del país. Cuando la música chicha empezó a ser usada como arma psicosocial, Ana Kohler pasó a integrar la planilla de la corrupción como agitadora de masas. Basta chequear cualquier video de esa inmunda campaña para darse de palmo con ella: shortcito negro, ombligo al descubierto, bailecito con las piernas abiertas como si quisiera poner un huevo; basta prestar un poco de atención a la banda sonora para poder escuchar su voz. Su canción "El Ritmo del Chino" fue el himno -y símbolo máximo por excelencia- de la campaña re-reeleccionista del dictador Alberto Fujimori. Todos los peces gordos sucumbieron -en vivo y en cadena nacional- ante esta pegajosa melodía tropicalona: Fujimori, Pancho Tudela, Sarabá, Absalón Vasquez, Espichán Tu May, Martha Chavez, la momia Cuculiza, la ballena Keiko, Kenyi, Luz Salgado, Carlos Raffo, Carmen Lozada, Victor Joy Way... y siguen nombres. Cada uno de ellos cometió la indecencia de bailar "El Ritmo del Chino" al menos una vez en algún mitin, y para no redondear el papelón con improvisados movimientos de cadera aparecía la mismísima Ana Kohler dispuesta a mostrarles el camino. La presencia de Ana Kohler se volvió tan rutinaria en las concentraciones masivas al punto que cada 5 frases interrumpía al presidente-candidato para gritar a voz en cuello la parte más reconocible de su canción: "¡Chino, chino! ¡Chino-chino!-chino!" mientras bailaba frenéticamente en medio de una torrencial lluvia de pica-pica. A raíz de la caida de la dictadura Ana Kohler se exilió en Miami, según ella por razones de seguridad, y nunca más volvió al Perú a dar la cara. Hoy brinda esporádicas actuaciones para los peruanos residentes en Estados Unidos. Ojalá se la cache un burro.
Ana Kohler - El Ritmo del Chino
A continuación, Rossy War y la versión cumbiambera de "Un día sin ti", canción original del dúo sueco Roxette y crossover a la vez del recordado éxito "Spending my time".
Aunque es un hecho que no, me gustaría creer que la versión chicha de "Un día sin ti" se trata de un caso de plagio, y que el día de mañana la disquera EMI se tomará la molestia de clavarle una demanda millonaria a esa pareja de mequetrefes conformada por Rossy War y Tito Mauri, hecho que acabará por dejarlos a ambos en la puta calle, lugar de donde nunca debieron salir. Y así jamás volveremos a saber de este inmundo par que un mal día decidió vender su arte en aras del continuismo de la corrupción. Amén.
Rossy War - Un día sin ti
Bonus Track
Concierto de Roxette en Lima, colegio Roosevelt, 15000 asistentes. 05/set/95.
Roxette - Spending my time (1995, concierto en Lima - Perú)
Próximo capítulo: Carlos Alvarez
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Rossy War
Hace 10 años empezó a orquestarse un muy bien calculado plan del gobierno fujimontesinista que tenía por objetivo convertir en serviles lacayos a las más reconocidas figuras de la farándula local, el deporte y el periodismo. La dictadura se valió de personajes, en su mayoría populares, que contaban con credibilidad, prestigio y cierto grado de influencia en el público peruano. En resumen, sucias lacras que se dejaron comprar con el dinero de todos los peruanos. La lista es larga y de lo más variopinta: el pseudocómico Carlos Alvarez (quizás el más repudiable de todos los casos), Nicolás Lucar (a quien pronto ajusticiaremos con sogas, gasolina y lampas), las viejas de mierda del programa (in)Utilísimas: Meche Solaeche, Mirtha Vergara y Carmen Velasco, el desaparecido Rubén García (en su lecho de muerte argumentó que el fin justificaba los medios), el cocinero Don Pedrito, Alamo Pérez Luna, Raúl Romero, Alvaro Maguiña, el coquerazo de Efraín Trelles, Laura Bozzo, Martha Sofía Salazar, Ana Kohler, Enrique Vidal, Rosa María Palacios, Ernesto Pimentel, Rosa Elvira Cartagena, Pilar Higashi, Rossy War, Tulio Loza, Jesús Miguel Calderón entre muchos otros miserables del periodismo y la farándula, algunos de los cuales -de manera cínica y desvergonzada- continúan en su burdo empeño de hacerle olvidar a la opinión pública su servil y cochino pasado adoptando hoy una conveniente postura crítica al ex gobierno fujimontesinista, muy contraria al penoso accionar que tuvieron hace menos de una década, en épocas en que tenían bien bajados los pantalones (y los calzones) mientras observaban con pasividad e indiferencia como muchos peruanos nos volcábamos a las calles a protestar por la descarada manipulación de los medios, la evidente corrupción de los poderes del Estado, los tránsfugas, el SIN, la prensa amarillista que difamaba vilmente a la oposición, las cortinas de humo, los abusos y atropellos de la dictadura, y por sobre todo, la ilegal re-reelección, algo que cada miembro de esta infame lista apañó con total venia y complacencia al son de la rica technocumbia. Todos estos pusilánimes vendieron su conciencia de la manera más vergonzosa y asquerosa, por conveniencia y un plato de frejoles. La lista de estos cobardes es extensa, y prometo que cada caso se detallará a su debido momento en este vulgar espacio (ex) masturbatorio. Es así como damos inicio en Crónicas de la Farándula Kitsch a una serie de posts que tienen por finalidad refrescarle la memoria al lector pajero.
1. Rossy War y Ana Kohler - Soundtrack
Aunque no pertenezcan a la misma calaña de Nicolás Lúcar, Carlos Alvarez, Efraín Trelles o Laura Bozzo, vamos a iniciar nuestra lista negra con este par de remedo de cantantes: Rossy War (nombre artístico de Rosa Guerra Morales) y Ana Kohler, a quienes he elegido para esta primera entrega porque, como aficionado a la música que soy, suelo asociar frecuentemente canciones con situaciones.
Rossy War, mejor conocida en el ambiente del espectáculo como "La Ronquita de la Technocumbia", era (sigue siendo) una enana chabacana con poses de diva (ver video Recargados de Risa) que tuvo su cuarto de hora de fama a fines de la década pasada. Gracias a su gran arraigo popular fue reclutada por el fujimorismo para respaldar la campaña de la ilícita re-reeleción, debutando en las filas del oficialismo como invitada de honor en el mitin de cumpleaños de Alberto Fujimori el 27 de julio de 1999 en el parque zonal Huayna Cápac de San Juan de Miraflores, evento que congregó a más de 12,000 almas perdidas. El clímax de la gala llegó cuando la fenecida estrella de la technocumbia presentó en calidad de primicia la canción titulada "Perú, país con futuro", una supuesta composición de su autoría que, según se empeñó en aclarar insistentemente, coincidía "de pura casualidad" con el eslogan fujimorista de aquel entonces. Ni su madre le creyó. A partir de ese día, Rossy War se pondría al servicio de la campaña proselitista de Fujimori, fungiendo de telonera barata en los mítines que el ex presidente ofrecía en los distintos puntos del país. El discurso político fue reemplazado por música para el pueblo, y a volumen alto, para terminar de ensordecer a quienes se negaban a escuchar las graves denuncias contra el régimen. Felizmente, y gracias al escándalo que ocasionó el posterior derrumbe de la dictadura en la segunda mitad del año 2000, Rossy War desapareció del mapa por 8 largos años. Muchos de sus fans no le perdonan el hecho de haber sido uno de los rostros más representativos de esa asquerosa campaña. "Vendida", le gritaban a menudo por las calles. La vergüenza le duró, pero no tanto: para nuestro pesar hoy está de vuelta y amenaza con volver a tomar las radios del país.
Rossy War en "El Identikit" (programa Recargados de Risa)
Ana Kohler era una charapa medio hocicona que por el año 2000 lideraba un grupo de technocumbia llamado Euforia, uno de los más populares y exitosos del país. Cuando la música chicha empezó a ser usada como arma psicosocial, Ana Kohler pasó a integrar la planilla de la corrupción como agitadora de masas. Basta chequear cualquier video de esa inmunda campaña para darse de palmo con ella: shortcito negro, ombligo al descubierto, bailecito con las piernas abiertas como si quisiera poner un huevo; basta prestar un poco de atención a la banda sonora para poder escuchar su voz. Su canción "El Ritmo del Chino" fue el himno -y símbolo máximo por excelencia- de la campaña re-reeleccionista del dictador Alberto Fujimori. Todos los peces gordos sucumbieron -en vivo y en cadena nacional- ante esta pegajosa melodía tropicalona: Fujimori, Pancho Tudela, Sarabá, Absalón Vasquez, Espichán Tu May, Martha Chavez, la momia Cuculiza, la ballena Keiko, Kenyi, Luz Salgado, Carlos Raffo, Carmen Lozada, Victor Joy Way... y siguen nombres. Cada uno de ellos cometió la indecencia de bailar "El Ritmo del Chino" al menos una vez en algún mitin, y para no redondear el papelón con improvisados movimientos de cadera aparecía la mismísima Ana Kohler dispuesta a mostrarles el camino. La presencia de Ana Kohler se volvió tan rutinaria en las concentraciones masivas al punto que cada 5 frases interrumpía al presidente-candidato para gritar a voz en cuello la parte más reconocible de su canción: "¡Chino, chino! ¡Chino-chino!-chino!" mientras bailaba frenéticamente en medio de una torrencial lluvia de pica-pica. A raíz de la caida de la dictadura Ana Kohler se exilió en Miami, según ella por razones de seguridad, y nunca más volvió al Perú a dar la cara. Hoy brinda esporádicas actuaciones para los peruanos residentes en Estados Unidos. Ojalá se la cache un burro.
Ana Kohler - El Ritmo del Chino
A continuación, Rossy War y la versión cumbiambera de "Un día sin ti", canción original del dúo sueco Roxette y crossover a la vez del recordado éxito "Spending my time".
Aunque es un hecho que no, me gustaría creer que la versión chicha de "Un día sin ti" se trata de un caso de plagio, y que el día de mañana la disquera EMI se tomará la molestia de clavarle una demanda millonaria a esa pareja de mequetrefes conformada por Rossy War y Tito Mauri, hecho que acabará por dejarlos a ambos en la puta calle, lugar de donde nunca debieron salir. Y así jamás volveremos a saber de este inmundo par que un mal día decidió vender su arte en aras del continuismo de la corrupción. Amén.
Rossy War - Un día sin ti
Bonus Track
Concierto de Roxette en Lima, colegio Roosevelt, 15000 asistentes. 05/set/95.
Roxette - Spending my time (1995, concierto en Lima - Perú)
Próximo capítulo: Carlos Alvarez
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